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RIJKAARD DEFIENDE SU ESFUERZO PARA QUE "LAS COSAS FUNCIONARAN"
De Ronaldinho, el ex técnico del Barcelona afirma que ha sido "muy importante porque con él, el Barcelona ha ganado y ha perdido, pero sin Ronaldinho no hemos ganado más que antes".
Rijkaard, con su sustituto, Pep Guardiola
El holandés Frank Rijkard, ex técnico del Barcelona, ha defendido el esfuerzo que realizó en las dos últimas temporadas para que "las cosas funcionaran", después de haber estado en el punto de mira al haber sido responsabilizado por los dos últimos años sin títulos en la entidad catalana.
"Me he esforzado por conseguir que las cosas funcionaran", proclama el holandés, que también afirma que "la pasión" de gestionar el día a día del Barça le ha "distraído de los días y del paso del tiempo, y ahora me doy cuenta de que sí, que han pasado, que los he vivido, que se me han escurrido prácticamente entre los dedos".
El holandés asegura asimismo que los últimos cinco años de su vida "han estado marcados por una idea central, que el Barça funcionara y, hoy, tranquilamente puedo decir que dejo una parte de mi corazón aquí, desde el plano humano y deportivo". En una entrevista concedida a la revista oficial del Barça, Rijkaard compara su paso por el club a "la sensación de subir a un tren que va muy deprisa, porque hay un día que miras atrás y te quedas frío al ver cómo ha volado el tiempo".
El ex tecnico del Barcelona prefiere además quedarse con el trayecto del viaje, más que con el destino final. "Prefiero el cómo. este viaje tenía el riesgo de subir al tren y querer conseguir sólo una serie de objetivos personales, pero eso no es del todo enriquecedor; si sólo te marcas metas individuales, lo más normal es que se te pasen por alto otras cosas que se pueden aprender en un viaje".
Convencido de que los negativos resultados de las dos últimas temporadas le han servido para ver "cómo muchas amistades se han hecho mucho más fuertes", Rijkaard se muestra "agradecido al Barça más allá de los goles" pese a admitir que cuando su equipo comenzó a ganar, "el público tiene una tendencia natural a ser crítico". Rijkaard cree que esa tendencia "puede parecer una anécdota, pero es peligrosa porque en ciertos momentos a los jugadores se les hace pagar la exigencia derivada de los buenos momentos".
El holandés desvela también que durante su etapa en el banquillo del Camp Nou siempre ha procurado "captar las sensaciones que el equipo ha transmitido al público" y "asumir mi parte de responsabilidad en el partido, sabiendo que hay que sufrir, una cuestión de coraje", según el holandés.
Rijkaard cierra su análisis sobre el público del Camp Nou recordando que la grada "a veces también debe saber que en el campo, para ganar, hay que sufrir. Hay otros países donde, al margen del juego, la cosa es diferente y el público se dedica a cantar durante los 90 minutos".
Escasamente proclive a personalizar sus agradecimientos, Rijkaard valora especialmente la ascendencia en el equipo de Puyol, "el capitán, que representa el espíritu del equipo y la generosidad", y el papel de Ronaldinho, "clave para traer la ilusión y transmitir alegría".
El brasileño ha sido "muy importante porque con él, el Barcelona ha ganado y ha perdido, pero sin Ronaldinho no hemos ganado más que antes", según Rijkaard.
Relajado, Rijkaard no aparca su visión relativista de la vida, que le lleva a afirmar incluso que cuando sea mayor, simplemente quiere "vivir con la alegría y el corazón de un niño".