CAMACHO CELEBRÓ SU 18º CUMPLEAÑOS CON DOS GOLES QUE DERROTARON AL RECRE
La Champions es cosa de adultos
JUAN JOSÉ ANAUT · La Liga en juego: Atlético 3 Recreativo 0
Así es el Atleti. Cuando sus hinchas caminaban con resignación al Calderón conscientes de que les esperaba un nueva estación en su particular 'via crucis' hacia la Champions, llega Ignacio Camacho, asume todo el protagonismo y los sufridores rojiblancos viven una de las tardes más plácidas de todo el campeonato. Y es que el Recre, al borde del precipicio, no supo hurgar en los nervios atléticos y los de Aguirre lograron el triunfo con suficiencia y sin agobios, ingredientes adecuados para calmar a su agitado presidente.
El Atlético salió mandón. Aguirre, que tenía dudas en los prolegómenos, se había decantado por Camacho como acompañante de Raúl García y el chaval se lo agradecería con goles. Ese dominio pudo traducirse rápidamente en gol, pero el error de un asistente de Pérez Lasa lo evitó. Antonio López dejó solo a Agüero ante Sorrentino, al que regateó y cuando iba a empujarla a la red, escuchó el injusto pitido del trencilla.
En otras ocasiones, ese error hubiera conducido al drama, pero hoy, sin Día de las Peñas ni celebraciones por medio, la cosa era diferente. Así que al aviso de Raúl García desde lejos y que se encontró con Sorrentino, se sucedió el primer regalo para Camacho. Pernía lanzó un saque de esquina, el meta recreativista se comió el balón y el chaval puso la cabeza para alojar el primero en la red.
A renglón seguido, Pérez Lasa volvió a recuperar el protagonismo. Un despeje rebotó entre un recreativista y un rojiblanco y le quedó franco a Agüero, que marcó por bajo. El vasco anuló el tanto al entender que el esférico le llegaba de un compañero en posición antirreglamentaria. Complicada decisión.
El Recre no reaccionaba y el Atlético seguía a lo suyo. El 'Kun' volvía loco a Martín Cáceres con requiebros y más requiebros y Sorrentino tapaba el agujero de su zaga ante un zapatazo de Luis García y un cabezazo de Pablo. Los onubenses se daban por satisfechos llegando vivos al descanso.
El argumento no cambió en la segunda mitad y todo era cuestión de esperar que el Atlético rompiera el partido. A ello contribuyeron Poli y Martín Cáceres, que fallaron estrepitosamente en la internada de Maxi por línea de fondo, que sirvió a placer al 'Kun' para que éste mantuviera su idilio con el gol empujando el balón a puerta vacía. El Calderón estallaba de júbilo por lo que parecía una tarde tranquila.
El Atlético pudo complicarse la victoria
Y digo parecía porque fiel a su idiosincrasia, el Atlético se pudo complicar el partido. Primero cuando Pérez Lasa, en una calamitosa falta de aplicación de la ley de la ventaja, cortó una jugada en la que Luis García se quedaba solo ante Sorrentino. Y segundo porque Sinama Pongolle, solo dentro del área, echó fuera lo que pudo ser el 2-1 cuando se cantaba el tanto del francés.
Pero esta vez tocaba tranquilidad, y recuperados del susto, los rojiblancos siguieron erre que erre en pos del tercero. Antonio López se topó con el palo en un disparo desde treinta metros cuyo reechace controló Maxi, que cayó en el área con todo el Calderón pidiendo penalti. Y luego lo tuvo Forlán a pase de un renacido Luis García. El uruguayo, escorado, estrelló su zurdazo en Sorrentino y luego envió el rechace por encima del larguero.
Fuegos de artificio que se convirtieron en la traca final cuando Camacho recogió a la media vuelta y dentro del área un remate de Luis García y lo puso lejos del alcance de Sorrentino. El chaval, loco de alegría, festejaba así su mayoría de edad, que llegará mañana, cuando cumpla 18 años. Y vaya regalo que se ha dedicado.
Los minutos finales sirvieron para que Aguirre retirara a sus piezas más codiciadas de cara a otras batallas (Agüero, Maxi y Raúl García) y para que Leo Franco se exhibiera con un paradón ante Gerard. El Atlético suma tres puntos que le asientan en la cuarta plaza y meten presión a sus perseguidores, mientras que el Recre puede acabar la jornada en puestos de descenso si no le sonríen otros resultados.